TALLER NAVEGAMOS POR EL RÍO MOLDAVA

Este sábado 28 de febrero vamos a representar el curso del río Moldava… ¿y esto cómo puede ser? Pues muy sencillo, a través de la música.

En ocasiones las piezas musicales están directamente enfocadas a despertar en nosotros emociones y sensaciones, a contarnos una historia o describirnos un paisaje... y la música logra describir la esencia de la historia incluso mejor que las palabras. Nos encontramos ante un poema sinfónico. 

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El músico Bedrich Smetana compuso una serie de poemas sinfónicos para describirnos distintos paisajes de su país, la República Checa. Todos estos poemas sinfónicos se llamaron “Mi Patria”.  Hemos elegido el poema sinfónico que nos habla del río Moldava, por su gran belleza y la historia que nos cuenta.

“El Moldava” nos narra el curso de este magnífico río: cómo nace gota a gota en las altas montañas de la República Checa y cómo va creciendo poco a poco a medida que los riachuelos se unen por las montañas. En su camino, atraviesa diversos paisajes y comparte con los hombres su vida cotidiana; escenas de caza, una boda campesina donde se está bailando una danza, incluso la magia de la noche con sus ninfas bañándose en sus aguas. El río va creciendo poco a poco hasta convertirse en el acaudalado río que atraviesa la grandiosa ciudad de Praga, para fundirse más adelante en el río Elba y así acompañar sus aguas hasta el mar.

Y este trayecto es el que recorreremos el próximo 28 de febrero, donde nos sentiremos como las auténticas aguas del río.

En este video podemos escuchar la obra completa mientras observamos imágenes reales del río desde su nacimiento hasta su unión con el Elba.

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Para preparar un poco el próximo taller y que sepáis más cosas sobre  el compositor Bedrich Smetana y su poema sinfónico, os contaremos algunos detalles:

El Moldava y la música.

Nada más comenzar la música, apreciamos como los diferentes instrumentos de la orquesta asumen su papel. La importancia del timbre de cada uno de ellos les coloca en la escena, poco a poco se unen para formar un todo. Como veremos muy detalladamente en el taller; conociendo los instrumentos al detalle y representando, de diversas formas, las distintas escenas.

  • La pieza comienza con melodías en las flautas (que imitan el fluir de las aguas de los manantiales) que a continuación dialogan con el pizzicato de las cuerdas (que podría representar las gotas de agua chocando en las rocas) .  A ellos se unirán los clarinetes y es entonces cuando el río comienza a crecer.
  • Los riachuelos unidos ya han formado un magnífico río, violines y vientos maderas describen su curso, haciendo sonar la melodía principal de esta maravillosa pieza. Melodía que mejor se reconoce y que siempre resurge cuando, de nuevo, las aguas del Moldava protagonizan la pieza musical.
  • Tras la primera aparición de la melodía del Moldava se oyen las trompas en sus orillas. Una escena de caza acompaña el curso del río.
  •  Irrumpe alegremente una danza campesina. ¡¡Una boda en las orillas!! Los novios se miran en el río mientras los invitados bailan alegres.
  • Llega la noche y con ella la mágica luz de la luna, las flautas, violines, las arpas representan a unas ninfas dbañándose en sus aguas.
  • El Moldava pasará por una zona de rápidos y una cascada, la tensión de las aguas se escucha con la gran intensidad que alcanza la orquesta.
  • De vuelta al llano y cada vez más caudaloso y majestuoso, el río se aproxima a Praga y oímos triunfal su melodía.
  • Finaliza este poema cuando las aguas del Moldava suavemente se funden con las del río Elba, y juntas en una sola corriente, llegarán al mar.

Me gustaría compartir estos dos vídeos con vosotros, en uno podréis disfrutar viendo la orquesta tocar, en el siguiente, para los más curiosos (y con algún conocimiento musical) podréis ver la partitura de la pieza, y cómo van apareciendo los instruentos.

  

 

Ahora me gustaría hablaros un poco más del compositor.

Bedrich Smetana nació en la actual República Checa en 1824 y falleció allí, en su capital Praga, en 1884. Nació en una época muy especial para la música, en la que los sentimientos y la importancia de transmitir emociones, era muy importante. El Romanticismo.

El Romanticismo coincide con el resurgimiento nacional en las tierras checas. Es decir, los artistas querían mostrar en sus composiciones musicales, sus cuadros y su literatura, lo bonitos y especiales que eran sus países: sus paisajes, su gente, sus costumbres. Es lo que llamamos Nacionalismo.

Smetana fue compositor y director de orquesta. Aunque históricamente los territorios que conforman Bohemia han dado grandes nombres a la música, Smetana fue el primero que supo expresar en sus obras el espíritu, la esencia y los anhelos de su patria. En este sentido, debe ser considerado como al padre de la escuela musical nacionalista checa, cuya impronta sería decisiva en los autores que lo siguieron, entre ellos Dvorak y Janacek.

Su padre era un cervecero muy amante de la música, las aptitudes musicales se manifestaron a tan temprana edad en el pequeño Smetana, que a los seis años hizo su primera aparición en público como pianista y a los ocho escribió sus primeras piezas. Deseoso de triunfar como concertista, en 1843 el músico se trasladó a Praga con el fin de mejorar su técnica. Smetana no sólo se convirtió en el fundador y líder de la escuela nacionalista bohemia, sino que consiguió el anhelado cargo de director del Teatro Nacional, en el que permaneció hasta que en 1874 una sordera provocada por una enfermedad le obligó a dejar su soñado trabajo.

Pese a las dificultades, entre 1874 y 1879 vieron la luz los seis poemas sinfónicos que integran su obra maestra orquestal, el ciclo Mi patria. De esta época data también una de sus partituras más sentidas y originales, el Cuarteto de cuerda núm. 1, «De mi vida» (1876). Perdida la razón a consecuencia de la enfermedad, Smetana pasó los últimos años de su existencia recluido en un hospital psiquiátrico de Praga.

El Moldava (Vltava) de 1874 es el segundo de los poemas sinfónicos que componen el ciclo Mi patria (Ma Vlast) y fue finalizado sólo 20 días después del primero, Vysehrad. La obra se estrenó el 4 de abril de 1875 en Praga

Por último me gustaría compartir con vosotros el extraordinario arreglo de esta pieza orquestal en versión para piano.

 
 

 Esperamos que hayáis disfrutado con estos preparativos y nos vemos en el taller el sábado 28 de febrero,

¡Hasta entonces!