Taller del Otoño en Torrejón del Rey
Ya llueven las hojas en el campo y la ciudad. Las calles se visten de marrón, el viento frío nos hace guardar ya la ropa de verano... y es que ¡Ha llegado el otoño! Para celebrarlo como mejor sabemos, con música, os invitamos el próximo sábado 21 de octubre a nuestro "Taller del Otoño" donde disfrutaremos de la música de Vivaldi, los instrumentos, canciones, un cuento musical y mucho más.
La activida será conducida por Eva Alonso, creadora de la metodología Musicaeduca, con la colaboración de Jorge Rodríguez (flauta) y Laura Blanco (violín), ambos profesores de la escuela municipal de música de Torrejón del Rey.
Entrada libre con Reserva de Plaza en emtorrejondelrey[@]musicaeduca.es
Vivaldi, asombrado con los cambios tan increíbles que se producen en nuestro entorno por los cambios de estación, compuso unos conciertos muy bonitos para contarnos historias a través de la música y los instrumentos de la orquesta. En esta ocasión disfrutaremos del Otoño, perteneciente a su obra "Las cuatro estaciones".
En el taller de música no faltarán instrumentos de pequeña percusión para acompañar canciones de otoño.
Y por supuesto, nos acompañará nuestro amigo Musizón, que siempre disfruta compartiendo sus descubrimientos musicales con nosotros. ¿Qué cualidad del sonido querrá enseñarnos en esta ocasión?
También conoceremos las notitas musicales a traves del cuento Buscando las notas donde todos los niños nos ayudarán a encontrarlas para ayudar al pequeño Nacho con su flauta. Aquí os dejamos la canción de "La casita de las notas"
Antes de comenzar "Llegó el Otoño", nos gustaría que conociérais un poco más de Vivaldi y sus conciertos para violín solista “Las cuatro estaciones”
Vivaldi fue un gran músico de la época del Barroco, esa época llena de pelucas blancas tan divertidas. Nació el Venecia el 4 de marzo de 1678, y falleció en Viena el 28 de julio de 1741. ¡De esto hace más de 300 años! Vivaldi compuso muchas obras musicales, unas 770, entre ellas conciertos y óperas.
En sus composiciones, impulsó poco a poco el cambio (evolución) de los conciertos y os cuento por qué. En sus primeros conciertos daba mucha importancia a los instrumentos que tocan la melodía más importante, que se llaman instrumentos solistas, y el resto de instrumentos eran un gran colchón armónico donde las notas de la melodía principal podían saltar y jugar con mucha comodidad, esto era muy típico del Barroco. Pero en Las cuatro estaciones, aunque son conciertos para violín solista, el resto de la orquesta, formada también por instrumentos de cuerda, juega un papel muy importante en el transcurso de la obra. Así, la evolución que inició Vivaldi en sus conciertos sirvió de inspiración para grandes músicos como Bach y Häendel.
Pasemos ahora a profundizar en esos conciertos que tanto nos gustan. ¿Qué inspiró a Vivaldi a componer “Las cuatro estaciones”? A Vivaldi le encantaba la naturaleza y en ella sintió muchas cosas con las que se inspiró. Las estaciones del año llenan de cambios todo lo que nos rodea. Es maravilloso ver nacer las flores en primavera, como amarillean los campos con el fuerte sol del verano, las hojitas caer en el otoño y la mágica nieve que cae en invierno. En todos estos cambios vio Vivaldi la necesidad de expresar con música lo que veía a su alrededor. A esto se le llama “obra descriptiva”, ya que quiere describirnos con la música lo que ven sus ojos.
Para cada estación del año compuso tres movimientos de distinto carácter; unos más vivarachos, llamados Allegro y Presto, y otros más tranquilos, llamados Adagio y Largo. En cada movimiento Vivaldi quería contarnos algo especial de la estación del año. Hoy veremos qué quería contarnos con sus tres movimientos del otoño y podremos disfrutar de su música.
Dicen que Vivaldi se se ayudó de unos sonetos sobre las estaciones para inspirarse... aunque los más entendidos dicen que fue el propio Vivaldi quien los escribió. Aquí os dejo el soneto del otoño:
Celebra el aldeano con bailes y cantos
de la feliz cosecha el bienestar,
y del licor de Baco abusan tantos
que termina en el sueño su gozar.
Deben todos trocar bailes y cantos:
pues el aire templado da bienestar,
y la estación invita tanto a tantos
de un dulcísimo sueño a bien gozar.
Al alba, el cazador sale a la caza
con cuernos, perros y fusil, huyendo
corre la fiera, síguenle la traza;
Ya asustada y cansada del estruendo
de armas y perros, herida y amenazada,
harta de huir, vencida ya, cae muriendo.
Aquí tenemos el Otoño de Vivaldi al completo. Podemos disfrutar de los tres movimientos juntos, con imágenes del otoño.
En el 1º movimiento Allegro: Los alegres campesinos celebran con danzas y cantos la recolección de la cosecha, musicalmente la danza esta escrita en un compás de 4/4 en donde las figuras rítmicas son iguales para el solista como para toda la orquesta, el cambio rítmico del solista en arpegios de dobles corcheas describe a un borrachín que después de varias travesuras al fin se queda dormido.
En el 2º movimiento Adagio: Los demás campesinos no dejan solo a este borrachín y lo acompañan en su embriaguez hasta que el vino y el sueño los vence. Todo en este movimiento es calma absoluta, los violines realizan motivos sobre frases descendentes y con sentido coral, siendo la armonía realizada por violas, chelos, contrabajo y el cémbalo, de forma arpegiada. En la tranquilidad del ambiente escuchamos la lenta respiración de los borrachos dormidos.
En el 3º movimiento Allegro: Llenos de gran entusiasmo y acompañados por los ladridos de sus perros y el sonar de sus cornos los cazadores se dirigen al bosque. Aquí, en este tercer movimiento seguro que podréis imaginar, en el tema principal, la partida de caza que sale al bosque, con toda la orquesta. Cuando los cazadores han quedao bien presentados el violín solista dibuja con su melodía la huida de la fiera tras la que van los cazadores.El carácter descriptivo de la música alcanza aquí uno de sus momentos más significativos, cuando podemos escuchar los ladridos de los perros. Finalmente se mezclan los motivos de la huída de la fiera y los ladridos de los perros, simulando la caída del animal perseguido.