Lo notáis ¿verdad? Los días más largos, las mangas más cortas, nos ponemos  las sandalias y no faltan las gafas de sol… soñamos con sombrillas en la playa (o al menos con la piscina) y jugar en el parque bajo la sombrita de un árbol.

Si, ya está aquí el verano.

Es por eso que próximo sábado 20 de junio, una vez más, Vivaldi nos mostrará su visión sobre esta luminosa y calurosa estación del año.

Se podría decir que Las cuatro estaciones de Vivaldi, concierto para violín solista y orquesta de cuerda y clavecín, es uno de los conciertos más conocidos y fáciles de identificar. Los niños de todas las edades siempre tienen oportunidad de escucharlo en los colegios, dada su popularidad y belleza. Vivaldi tuvo un gran acierto al querer plasmar, en música, los cambios que se producen con las estaciones del año, las escenas que todos podemos imaginar que suceden en el campo en cada época del año.

Así concluyen los Talleres de las Estaciones de Vivaldi del Club de Muzión, con “Llegó el Verano con Vivaldi”  

En este taller no faltarán instrumentos de pequeña percusión para acompañar  las canciones del verano. Tampoco faltará la creación de un instrumento que elaboraremos nosotros mismos durante el taller, mediante el cual descubriremos cómo se producen los sonidos. Realizaremos juegos guiados por las cualidades del sonido y por supuesto, nuestro amigo Musizón, que siempre disfruta compartiendo sus descubrimientos musicales con nosotros.

Para preparar este taller del verano, me gustaría poder hablaros un poco más a Vivaldi y sus conciertos para violín solista “Las cuatro estaciones”

Vivaldi fue una de las figuras más representativas del Barroco, esa época llena de pelucas blancas tan divertidas.  Nació el Venecia el 4 de marzo de 1678, y falleció en Viena el 28 de julio de 1741. Compuso muchas piezas musicales (muchas con casi 800!!) y fue el impulsor de la evolución en los conciertos, que influyó en grandes compositores. 

A Vivaldi le encantaba la naturaleza y los cambios que se producían a lo largo de las estaciones, en ella sintió muchas cosas en las que se inspiró para componer su concierto. La necesidad de contarnos, con la música, estos cambios en los paisajes y vivencias de cada estación se le llama “obra descriptiva”, ya que quiere describirnos con la música lo que ve a su alrededor.

Para cada estación del año compuso tres movimientos de distinto carácter; unos más vivarachos, llamados Allegro y Presto, y otros más tranquilos, llamados Adagio y Largo.  En cada movimiento Vivaldi quería contarnos algo especial de la estación del año. 

Hoy veremos  qué quería contarnos con sus tres movimientos del verano y podremos disfrutar de su música. Además me encantaría compartir, en cada movimiento, los sonetos que el propio Vivaldi (dicen algunos entendidos) escribió de cada movimiento.

Aquí tenemos la El Verano de Vivaldi al completo.

En el 1º movimiento Allegro non molto:   (El calor produce cansancio; la respiración es lenta y profunda. Cantan el cuco, la tórtola, el jilguero… Sopla un leve vientecillo. El campesino lamenta su destino incierto. ¿Se malogrará la cosecha por causa de la tormenta? )

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En el 2º movimiento  Adagio-Presto-Adagio:  (El temor del pastor aún no se disipa, el solo de violín es interrumpido por los truenos que anuncian la tormenta.)

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En el 3º movimiento Presto:  (Gran cantidad de insectos voladores revolotean huyendo de la tormenta, los rayos iluminan el cielo ambiente pleno de tempestad, descripción llena de virtuosismo por el solista)

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Esperamos que disfrutéis en casa con la música de Vivaldi,

¡Nos vemos el próximo sábado 20 en El Club de Musizón!