Repetir o no repetir, he ahí la cuestión.
Otra vez, otra vez ¡Otra vez! Uff ¿Cuántas veces lo hemos escuchado de nuestros profesores? O ¿Cuántas se lo hemos dicho a nuestros alumnos? Parece que el mero hecho de repetir un fragmento musical hace que indiscutiblemente, llegue a sonar mejor. ¿Es así de fácil? Si repito algo mil veces, ¿Me va a salir muy bien? Pues la respuesta es obvia: no.