Un aplauso general, generoso, auténtico en el Festival Musicaeduca 2016 en Alcalá de Henares
El pasado 27 de mayo se celebró en el Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares el festival Musicaeduca 2016, que este año fue en beneficio de la asociación no gubernamental Voces, que busca formas sostenibles de desarrollo de los pueblos y las personas, tomando la cultura como fuente de cambio social.
Llevamos ya unos cuantos años observando la evolución de los festivales de la escuela Juventudes Musicales de Alcalá. En esta ocasión era el turno de las agrupaciones, y participaban muchos de los alumnos más mayores de la escuela, aunque la mayoría todavía niños, algunos ya adolescentes y otros adultos. Muchos de los allí presentes comenzaron con la música hace cerca de diez años, en un programa de música para bebés que sería el embrión de la actual metodología de Musizón. Y tras todos estos años de seguirles, podemos comenzar a apreciar el penetrante y delicioso aroma que emiten algunos frutos cuando, aún verdes, comienzan a madurar. Horas y horas de ensayos, escalas, lenguaje musical, colegio, escuela de música y, en muchos casos, conservatorio. Todo ello conduce a interpretaciones en las que estos jovencísimos músicos no se limitan a repetir notas y ritmos sino que saben ya transmitir sentimientos y matices, muchas veces personalísimos. Y esto se nota en las reacciones del público: ya no es el aplauso para “mi niño, que qué mono está”, es un aplauso que se siente más espontáneo, más general y generoso y auténtico.
Comenzó el festival con las agrupaciones de flautas dirigidas por Elena Pérez y Laura Fernández y el coro dirigido por la Prof. Virginia Llamas, que interpretaron un arreglo de la Prof. Ana Barrilero del tema de H. Mancini “La pantera rosa”, que sonó, como se espera, delgado, sinuoso, rosado y…divertido. Salió el coro y se unieron a las flautas, también un cello (Diego Jiménez) y la agrupación de guitarras (dirigida por el Prof. Fran Calvo). Unas variaciones (L. Fernández y E. García) sobre la “Badinerie” de la suite orquestal nº 2 para flauta y cuerda de J.S. Bach, nos transportaron por todo el mundo y desentrañaron la influencia, para muchos desconocida, que tiene la obra de Bach en toda la música posterior, incluidos géneros contemporáneos como el jazz. Siguieron la archiconocida y virtuosística obra de “El vuelo del moscardón” de Rimsky Korsakov y el imprescindible “Libertango” de Piazzola, acompañado por las guitarras de Carlos Rius y Raúl Corrochano con el prof. Fran Calvo esta vez al piano.
La segunda agrupación de cámara que intervino es un inusual trío formado por flauta (Alicia González), trompa (Alberto Guéra) y piano (Isabel Sánchez). Estamos tan acostumbrados a la pobreza instrumental de la “música industrial” (que tanto se asemeja a la bollería industrial en los niveles de calidad y en los niveles de consumo masivo), que llegan a ser desconocidas en muchas partes las posibilidades de la mayoría de los instrumentos. Solo en los sitios en los que se mantiene una tradición de bandas musicales, el público distingue fácilmente las diferencias sonoras de una trompa, un trombón, una trompeta, una tuba o un bombardino. Sin embargo, para la mayoría de la población una trompa puede ser un instrumento tan extraterrestre como un cuerno galáctico. Muy apropiada, pues, la elección de “Cantina Band”, de la banda sonora de la primera entrega (cronológica) de “Star wars” (oficialmente el episodio 4), compuesta por John Williams. Los tres intérpretes nos teletransportaron instantáneamente al bar galáctico donde se van a conocer Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi, envueltos por un montón de alienígenas y una banda de extraterrestres que tocan un jazz algo loco. Previamente, este trío había realizado una interpretación de la banda sonora de Forrest Gump (A. Sivestri) que, sabemos, hizo aflorar lágrimas de emoción en algunas personas del público.
Tras el trío, Isabel Sánchez y Diego Jiménez nos emocionaron con el precioso “Nocturno para violoncello y piano del joven y reconocido compositor español contemporáneo J. Antonio Simarro, tras el cual tuvimos la oportunidad de escuchar el estreno de la primera obra del nuevo compositor Iker Jarauta, quien cuenta con tan solo diez años. Como todas las obras de niños compositores con talento (no, Mozart no ha sido el único), tiene ese aire dulce y sereno que produce un poco de nostalgia en los oyentes adultos. Muy bonita, fue interpretada por Guillermo Jiménez (flauta), Diego Jiménez (cello), el Prof. Mark Contreras y el propio Iker Jarauta al trombón de varas (ya se sabe, otro instrumento alienígena).
Llegó el momento del coro (formado por voces adultas) que cantó muy correctamente una canción popular jamaicana (Day-o) acompañado por la Prof. Ana Barrilero (piano) y Diego Jiménez (cello) y después el tema de Metallica “Nothing else matters”, emocionante y muy ¡melódico! (estamos con un tema de un grupo de trash metal con títulos como “Kill ‘em all”), acompañado por Alicia González (flauta), Alberto Guéra (trompa), Isabel Sánchez (piano) y el Prof. Fran Calvo (guitarra).
El festival fue cerrado por la actuación conjunta de la orquesta de Juventudes Musicales y la agrupación de cuerdas dirigida por el profesor Mark Contreras, todos ellos bajo la batuta de la Prof. Ana Barrilero. Como escribíamos al principio de esta reseña, el trabajo de formación musical es largo y es escuchando a esta orquesta como nos damos cuenta de que el tiempo, año tras año, actuación tras actuación, va mejorando, desarrollando y enriqueciendo el sonido y profundidad interpretativa de estos más que jovencísimos músicos. Nuestra más sincera enhorabuena a esta agrupación, que esperemos siga floreciendo en los próximos cursos y a su directora, Ana Barrilero, que tan bien sabe guiar a estos infantes. Interpretaron dos composiciones breves de D.R. Bellwood (Tango/Cha-cha y Half minute Waltz) y una versión breve de la sinfonía nº 2 “El mundo es música” compuesta especialmente para esta orquesta por J.A. Simarro y que fue estrenada el pasado mes de abril en el II Encuentro nacional Musicaeduca que se celebró en el teatro Buero Vallejo de Guadalajara. Muchos aplausos, bien sinceros, al final de la actuación.
Alfredo GuéraGALERÍA FOTOGRÁFICA DEL ENCUENTRO NACIONAL
lista de reproducción del festival