Mar Medina
Introducción y sus comienzos con la música
Desde que era pequeña la música ya rodeaba mi mundo, y la mayoría de mis juguetes eran instrumentos musicales. Pero no fue hasta la edad de 5 años que mis padres se decidieron a apuntarme a clase de música. Entonces empecé a estudiar Lenguaje Musical en la Banda de Música Villahermosa de Alovera.
A los siete años ingresé en el Conservatorio Profesional de Música de Guadalajara ‘’Sebastián Durón’’ en la especialidad de piano, donde diez años después obtuve la titulación en grado profesional. Allí pude recibir clases de grandes profesores que despertaron en mí una clara vocación para la música y la enseñanza. Así fue como me encaminé a realizar el Grado de Educación Primaria con mención en Música, lo que me permite poder desarrollarme en las dos destrezas que más me gustan.
Durante mis años de estudios, no dejé de formarme aprendiendo otros instrumentos y nuevas técnicas, dando conciertos y desarrollando la técnica en mi instrumento principal, el piano. Además, continúe trabajando en diferentes academias musicales enseñando principalmente iniciación musical, Lenguaje musical e interpretación de piano a grupos de diferentes edades.
En mis pocos ratos libres, participo en la Banda Municipal de Azuqueca de Henares con mi segundo instrumento el Clarinete, y realizo pequeños conciertos de piano en diferentes municipios e interpreta música litúrgica en algunas fiestas locales.
Cómo empezó la relación con Musicaeduca - Juventudes Musicales
Siempre he perseguido una educación musical basada en el juego y el movimiento. Un proyecto que inspirado en las teorías de Kodaly, Montessori o Karl Off pudiera ofrecer a los niños una enseñanza musical a partir del movimiento. Cuando conocí la metodología Musicaeduca lo tuve clarísimo, era justo la metodología que llevaba buscando años atrás.
En la actualidad, imparto clases tanto de piano como en los métodos Musicaeduca, por lo que tengo un alumnado de todas las edades donde procuro que aprendan de forma amena y dinámica el sentido de la música, creando un hábito tanto musical como educativo.
La música me ha servido para aprender a enseñar y la enseñanza me permite aprender a disfrutar de mi profesión y mi pasión: la educación musical. Por eso no dejaré de aprender nunca y seguiré formándome tanto en pedagogía como en aprender nuevos instrumentos.