7 razones por las que es una gran idea apuntarte a clases de música con tu bebé
Los bebés son musicales ya antes de nacer. Digamos que vienen preparados de serie para sentir y expresarse a través de la música.
Si les acompañamos en este camino les estaremos ayudando a alcanzar su máximo potencial.
El primer sonido que escuchan los bebés es el latido rítmico del corazón de mamá. Una vez que nacen, se calmarán si les cantamos una nana y les mecemos. Más tarde se sorprenderán con los propios sonidos que son capaces de hacer, empezarán moverse al ritmo de la música y les encantará hacer sonidos con la tapa de la olla o cualquier cosa que dejemos a su alcance.
Nuestros niños son musicales. Lo son desde antes de nacer. Lo son de forma natural durante sus primeros años y lo serán durante el resto de su vida si conseguimos que conserven esa forma tan sencilla de relacionarse con el ritmo y la melodía. Además, la música les sirve para desarrollar sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales, ¿por qué no aprovechar esta ventana de oportunidad?
A partir de los diez meses, los peques están en una edad ideal para beneficiarse de una actividad de estimulación musical, ya que están en plena etapa de imitación: pueden seguir el ritmo de la música a su manera, cantar, hacer sonidos con distintos instrumentos musicales...
Estas son las 7 razones por las que es una gran idea apuntarte a clases de música con tu bebé:
Porque la música forma parte de la vida
El desarrollo musical está presente en todas las etapas de la vida y comienza ya desde el embarazo. El oído es el primer sentido que desarrollan los bebés en el vientre materno, donde se acostumbran a las diferencias en el ritmo, timbre o altura de la voz de su madre. Sus primeros balbuceos son ensayos para poder cantar y, en cuanto son capaces de ponerse de pie, se moverán al ritmo de la música. Divertirnos con nuestro hijo a través de la música no es más que acompañarlo en su proceso de desarrollo natural a través del juego.
Porque música = emociones
En los primeros años de vida, la música está unida al desarrollo emocional del bebé. Lo único que conserva el recién nacido de su etapa dentro del útero es el sonido de la voz de su madre. Normal que sea lo que más le ayuda a calmarse, ¿verdad? Las nanas, el babytalk o esa forma particular que tenemos de hablarles a los bebés que les deja claros que nos dirigimos a ellos, los juegos de aparecer y desaparecer... El desarrollo del bebé va parejo al intercambio afectivo, a eso que llamamos “tiempo de calidad” en el que le dedicamos toda nuestra atención y él no nota. La motivación del peque para aprender, lo que le hace abrirse y descubrir el mundo, es el intercambio afectivo con sus seres
queridos y si es jugando a través del ritmo, la melodía y el movimiento, mejor que mejor.
Porque es bueno para su cerebro
¿Te suena el término plasticidad cerebral? Es la capacidad de aprender que tenemos los humanos a través de la creación de conexiones neuronales o sinapsis. Aunque podemos aprender cosas durante toda la vida, la plasticidad del cerebro disminuye con la edad y es durante los tres primeros años de vida cuando está en su máximo esplendor. La realización de actividades placenteras en un entorno seguro y en compañía de su figura de apego, como puede ser una clase de música para bebés, es la situación ideal para que el peque realice
conexiones neuronales a un ritmo frenético. La estimulación musical a edades tempranas se ha asociado con un mejor desarrollo del habla, el equilibrio, autoestima y autoconfianza.
Porque es una inversión de futuro
Aunque aún sean muy pequeños, fomentando el amor por la música de los peques estaremos haciendo una buena apuesta de futuro, ya que hay infinidad de estudios que apuntan a la correlación entre la educación musical y cualidades como la autodisciplina, la paciencia, la sensibilidad o la capacidad de concentración. ¿Sabías que la educación musical mejora el rendimiento escolar de los niños en materias como la lengua o las matemáticas?
Porque la música es de todos
La música es una de las formas más antiguas de la expresión humana. Ha servido a las personas desde siempre para contar historias, transmitir valores, emocionarse, consolarse, divertirse... En la música está el patrimonio cultural, histórico y artístico de una comunidad. Cuando compartimos con nuestros peques nuestras tradiciones musicales les estamos poniendo en contacto con una cultura que también es suya.
Porque hacemos piña
Hoy en día la vida en las ciudades, la desaparición del concepto de familia extensa y las condiciones de trabajo hacen que muchas veces se viva la maternidad de una forma un poco aislada. Para muchas familias, la experiencia de los primeros meses/ años en casa con el bebé puede llegar a ser muy solitaria. De ahí que sea una gran opción buscar una “tribu” lejos de la idea de familia tradicional, rodeados de personas que están viviendo una etapa parecida de la vida y con un interés común: acompañar a su hijo en su desarrollo a través de la música de una forma amorosa y enriquecedora para todos.
¡Porque las clases son súper divertidas!
Olvídate de una clase de música convencional, porque aquí los bebés mandan. No hay dos sesiones iguales. A través de danzas, canciones o audiciones se desarrollan actividades atractivas para los peques en la que el canto o balbuceos, el movimiento corporal, los ritmos y la experimentación sensorial son protagonistas. Además, en estas clases los bebés comienzan a tocar sus primeros instrumentos, primero de pequeña percusión y luego instrumentos melódicos, con lo que se convierten en los verdaderos protagonistas de la creación musical, experimentando con cada sonido y participando activamente en las actividades que se proponen.
Las mejores clases de música con bebés
Si has llegado hasta aquí, seguro que estás convencido de que apuntarte a una clase de música con tu bebé es una buena idea. Ahora sólo te falta saber dónde. Seguro que muy cerca de ti tienes un centro donde puedas acceder al proyecto pedagógico “Musizón para bebés”, un programa Musicaeduca para la estimulación musical en bebés de 10 a 24 meses que se desarrolla en escuelas infantiles, tanto dentro de la programación interna como de forma extraescolar, así como en centros de formación musical especializados.
¿Cómo son las clases de música con bebés?
− En las clases se enseñan rutinas, hábitos y juegos que se pueden mantener cuando termina la clase, ya que las clases incluyen tanto
materiales impresos como una app con todo tipo de contenidos para continuar con la estimulación en casa.
− El movimiento suele ir acompañado de música: una iniciación a la danza que ayudará al peque a interiorizar conceptos musicales a la vez que desarrollará sus habilidades motoras y propioceptivas.
− Jugar con los sonidos: los bebés aprenden a percibir diferentes sonidos diferenciando su procedencia, así como a emitir sus propios sonidos, tanto con objetos como con partes del cuerpo o instrumentos musicales.
− Sobre todo, se trata de conectar con el bebé divirtiéndonos juntos.