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MÚSICA SIN PALABRAS. Conmovedora velada musical con el Dúo MIRÓ en el ciclo de Juventudes Musicales de Alcalá de Henares.

Escrito por Juan Miguel Morales. Publicado en Festivales y Audiciones

El último concierto de Música de Cerca, el pasado Sábado 17, fue el de la ilusión, el viaje, la escucha abierta. Con su autenticidad como músicos y como personas, Marta Mulero y Medir Bonachi nos produjeron la ilusión de escuchar grandes obras para chelo y piano como si hubieran sido compuestas para nosotros. En un programa engarzado de perlas, el Dúo Miró desveló los universos personales de nueve compositores que padecieron y soñaron como cualquier ser humano, y que tuvieron la capacidad de los grandes artistas para explicarlo. Sin palabras. Ese es el viaje que nos propone la Música, el de las emociones que compartimos con nuestros semejantes. Y a ese viaje contribuyeron las presentaciones que escuchamos de boca de Marta Mulero, que se celebraron tanto como sus interpretaciones. Aunque la Música no se haya inventado para explicarse, conocer detalles de las circunstancias de quienes la crearon enriquece enormemente su escucha.

duomiro

Abrió el concierto la lírica descriptiva de El Cisne de Saint-Saëns, dando paso a una alternancia de comentarios y Música, todo calurosamente aplaudido por la audiencia. Con la elegancia del cisne, estos dos músicos catalanes desgranaron un programa que favoreció el contraste entre la densidad de las Sonatas de Beethoven, Debussy y Brahms, y la poesía de piezas tan evocadoras como el Après un Rêve de Fauré o el conocidísimo arreglo de El cantdelsOcells de Casals. No se escuchó a dos músicos, sino a un dúo exquisita y vigorosamente empastado.

Además de con la Música, el público disfrutó descubriendo cosas como que Brahms estuvo amargamente enamorado de Clara, la mujer de su amigo Schumann, maravillosa pianista y compositora. En la Sonata No.2 volcó Brahms la agitación de su mundo interior, colmado de depresiones que le llevaron al borde del suicidio.

O como ese Cisne Negro de Villa-lobos que emerge de un naufragio, quizá representando la Muerte como una poética y trágica transformación. El mismo Villa-lobos, que fue violonchelista, probablemente se transformó en cisne negro prematuramente, al verse atravesado por la muerte de su padre a los doce años. Una demostración del significado especial que tenía para el compositor brasileño esta pieza, fue el hecho de que la eligiera entre otros movimientos de una obra orquestal propia muy raramente interpretada, suNaufragio de Kleônicos, y realizase el arreglo para chelo y piano que escuchamos el Sábado.

O como Felix Mendelssohn, que tenía una fuerte vinculación con su hermana Fanny, otra pianista. A ella le dedicó parte de sus cuarenta y ocho Lieder ohneWorte(Canciones sin Palabras) para piano solo, escritas a lo largo de los últimos 16 años de su vida. Poco después de componer la pieza para violonchelo y piano también titulada Canción sin Palabras, Fanny murió, y la impresión de la noticia le provocó a Felix un derrame cerebral cuyas secuelas acarreó hasta su temprana muerte, solo seis meses después, a la edad de 38 años.

¿Qué mueve a un poeta a derramar un poema, o a un compositor a crear Música? ¿Y qué lleva a dos músicos vitales como Marta y Medir a interpretar sus obras?  ¿Y qué nos anima a todos a escucharlas? La frase más hermosa que le escuchamos a Marta Mulero tiene parte de la respuesta: "si el arte y la belleza se pudieran describir con palabras, todo lo que diríamos sería Poesía". Esto lo dijo Fanny Mendelssohn.

Pero como no es así, cada día tenemos que inventar la Música.