Sobre el primer curso de improvisación para profesores de música y movimiento
Sin duda, el principal reto de este primer curso de improvisación para profesores de música organizado por Musicaeduca era el de despojar a la misma palabra “improvisación” de una cantidad de connotaciones negativas adquiridas a lo largo de los años, debidas a un desconocimiento a veces, o a unas experiencias que no supieron dar al principal significado de esta palabra su justo valor, o sea, improvisar como acción de crear y dar forma a nuestra música interior en tiempo real. Conseguir sincronizar la música que llevamos en nuestro interior con el canal que decidamos utilizar para exteriorizarlo que puede ser nuestra voz, las percusiones, nuestro instrumento piano, violín, etc, es más natural de lo que parece, no siempre los esquemas pre-establecidos son útiles para dar rienda suelta a nuestra música. Y en esa diferencia de enfoque quizá esté el secreto de este curso de improvisación, pues improvisando se aprende y a partir de la experimentación libre con una justa guía, utilizando pocos elementos por vez de manera progresiva pero siempre expresiva y sin perder de vista que hablamos de música y con música, descubrimos que en realidad los esquemas vienen sólo a describir en segundo lugar lo que aprendemos a crear, a decir a través de nuestro proprio lenguaje musical.
Improvisar con un esquema rígido prefedinido es como si para decir lo que sentimos con nuestro corazón nos obligaran a usar las palabras de otra persona, cuando en realidad podemos recibir ayuda para decirlos primero y después analizarlos y darles un orden, seleccionar y subrayar las palabras que más reflejan el mensaje que queremos transmitir y repetirlas con más convicción.
Aprender a enseñar a improvisar es un reto para cualquier profesor, que sepa o no sepa improvisar. Y seguramente en Musicaeduca, en estos días, la magia que los directores de este magnífico proyecto difunden a través de su metodología aúnan y atraen no por casualidad a profesores e incluso algún aficionado de excepción (aficionado sólo en la falta de aplicación profesional de su talento, que no de su nivel de músico e improvisador...) de toda España para dar un nuevo sentido a esta palabra de la cual no podemos hacer a menos que usar, pero que merece una mejor fama y que decir improvisar, a partir de ahora y gracias a estos cursos de formación, sea sinónimo de divertirse con la música de la manera más auténtica y natural, haciendo nuestra propia música y entre todos perfeccionar y sacar el artista que reside dentro de nosotros, y por consecuencia, sacar el artista que reside dentro de nuestros alumnos y crecer junto a ellos divirtiéndonos en el proceso.
Los alumnos de este primer curso de práctica y enseñanza de improvisación, yo Maria del Mar Cabezuelo como docente y Eva Alonso como promotora y soporte fundamental en la organización del mismo, sabemos que lo vivido durante estos días se puede dificilmente describir con palabras, lo mejor ha sido vivirlo, sentirlo y en este momento ya terminados los cursos, seguir saboreando las magníficas experiencias que hemos vivido juntos que espero permanezcan largo tiempo en nuestros corazones. A partir de ahora el siguiente reto es que la semilla de la creatividad musical que ha nacido en este curso siga creciendo, multiplicándose en nuestra labor docente y dando frutos, que serán de música y de felicidad.
Gracias a todos por haberme permitido ser vuestra llave y guía en este arduo pero apasionante camino. Improvisando se aprende, sí, y esta vezsin miedo.
María del Mar Cabezuelo