Vibrante recital de violín por Jaime Maceira Naya acompañdo por la pianista Mendma Dorzhin.
El pasado Sábado día 15, nuestro querido Jaime Maceira Naya visitó el ciclo MÚSICA DE CERCA armado con su violín y su talento, y consiguió un lleno absoluto. La familia de MUSICAEDUCA y muchos aficionados de Alcalá llevamos siguiendo la trayectoria de este portentoso intérprete desde sus inicios, que ya nos ha dado a todos muchas alegrías. En sus 14 años recién cumplidos, Jaime ha tocado ya como solista en salas tan señaladas como el Auditorio Nacional o el Ateneo de Madrid, y, más recientemente, en el Palau de la Música Catalana, donde le acompañó la Orquesta Filharmonía Ibérica. Por todo ello, fue un orgullo recibirle y comprobar su continua evolución que quién sabe hasta dónde puede llegar.
Jaime se presentó con un programa valiente y arriesgado, que comenzó con la ingrávida Sarabanda de la Partita Nº2 de J.S.Bach. Fue un aperitivo de lujo. Nuestro violinista supo darle a su instrumento toda su dimensión expresiva y trascendente, que quedó acentuada por contraste con la vivaz Giga que interpretó a continuación. Sorprendió la facilidad con la que pasó de uno a otro movimiento, casi sin solución de continuidad, la naturalidad con la que cambió de registro. Esto terminó de sentar a todos los asistentes y prepararles para lo que sería un brillante y lucido recital, centrado a partir de entonces en obras románticas como las Escenas de Ballet de Bériot, el Rondó Caprichoso de Saint-Saëns o la Canzonetta del concierto de Tchaikovsky, acompañado de la pianista y profesora del Conservatorio de Alcalá de Henares, Mendma Dorzhin. Sobresalió y sobrecogió Jaime con todas ellas, y más aún en la interpretación de la Paganiniana de Milstein -con la que volvió a mostrarse solo ante el público- que resolvió con notable solvencia técnica. Invitamos a todo aquel que no asistiera al concierto y que tampoco conozca esta obra, que la escuche en youtube o cualquier otro medio para hacerse una idea del virtuosismo que exige.
El violín es un instrumento de matices, y quizá por ello da al instrumentista algo más de espacio para desarrollar sus cualidades interpretativas, para mostrar algo de su personalidad con mayor amplitud que otros instrumentos. Una sola nota puede prolongarse o acortarse ligeramente, y, durante su vida, crecer en intensidad, profundidad, carácter... Como las notas de su violín, así hemos visto y seguiremos viendo a Jaime crecer. Con su actual madurez como sólida base, estamos seguros de que sus mayores éxitos están aún por llegar, y como un torrente no pararán de brotar de su arco. Nosotros estaremos felices de verlo.