Eduardo Frías un concierto cercano de gran altura
El pasado Sábado, los afortunados que asistieron al concierto de Eduardo Frías se llevaron el recuerdo imborrable de un recital épico. Comenzó Eduardo con una Balada -la Nº2- que Chopin compuso como un regalo para su amigo Robert Schumann. Y un regalo fue toda la sesión, en la que la Música se impregnó de la humanidad y cercanía de un pianista al que auguramos un estupendo futuro.